La investigación deductiva e inductiva, respectivamente, son enfoques diferentes pero complementarios utilizados en el trabajo científico. Para aclarar la diferencia, puede decirse que los enfoques deductivos ponen a prueba los cuerpos de pensamiento existentes, mientras que los métodos inductivos pretenden generar nuevos conocimientos y teorías. En otras palabras, el enfoque deductivo se basa en los hechos actuales, mientras que la investigación inductiva busca crear un nuevo conjunto de hechos.
Ambos enfoques no se excluyen mutuamente y pueden combinarse en un mismo estudio científico. Por ejemplo, se puede construir un sistema de códigos partiendo de algunos conceptos derivados deductivamente, que se enriquecen a lo largo del proceso de análisis con códigos que se desarrollan a partir de los datos de forma inductiva.
El análisis inductivo es especialmente útil cuando se está explorando un tema nuevo, no se tienen muchas fuentes o teorías previas en las que basarse y se espera contribuir al conocimiento por uno mismo. Por tanto, el razonamiento inductivo está orientado al futuro. El enfoque inductivo del análisis de datos es habitual en la investigación cualitativa.
Hay 6 formas principales de QDA:
La investigación inductiva suele utilizar métodos empíricos para recoger sus propios datos, que luego se convierten en la base para obtener conocimientos. Esto puede incluir
La investigación inductiva nos proporciona resultados valiosos. Sin embargo, no se puede excluir que se produzca un caso individual que refute la teoría en algún momento. Un ejemplo famoso es el del cisne negro. Se puede concluir inductivamente que todos los cisnes son blancos, ya que hasta ahora sólo se han observado cisnes blancos. Esta teoría hay que tirarla por la borda en el momento en que se encuentra un cisne negro. Entonces hay que revisar la teoría, incluyendo la nueva observación.