Conceptos Básicos

Fenomenografía en la Investigación | Definición y Método

Este artículo explora la fenomenografía y cómo los métodos de investigación fenomenográfica pueden beneficiar a cuestiones clave de la investigación sobre las experiencias humanas y la percepción.
Lauren Stewart
Qualitative Data Analysis Expert & ATLAS.ti Professional
  1. Introducción
  2. ¿Qué significa fenomenografía?
  3. ¿Qué es la investigación fenomenográfica?
  4. ¿Cómo se realiza una fenomenografía?
  5. Referencias

Introducción

La fenomenografía es un enfoque de investigación cualitativa que ayuda a los investigadores a abordar los principales retos que plantea la comprensión de las distintas formas en que las personas experimentan, comprenden y conceptualizan diversos aspectos de un fenómeno. Originada en el campo de la educación, se utiliza a menudo para explorar cómo los individuos perciben y se comprometen con conceptos o actividades específicos. Este enfoque es especialmente útil para identificar la variedad de experiencias dentro de un grupo, lo que lo hace valioso para los estudios que pretenden comprender las variaciones en la percepción más que las verdades universales.

En este artículo definiremos la fenomenografía, discutiremos sus orígenes y supuestos y esbozaremos los aspectos clave de la investigación fenomenográfica.

La fenomenografía es un innovador diseño de investigación que explora las diferencias cualitativas de la percepción humana.

¿Qué significa fenomenografía?

La fenomenografía es un método de investigación cualitativa que se centra en la comprensión de las diferentes formas en que las personas perciben, entienden o experimentan un fenómeno concreto. A diferencia de otros enfoques que pueden pretender descubrir una única verdad o realidad objetiva, la fenomenografía reconoce y valora la diversidad de las experiencias individuales. Se basa en la creencia de que las experiencias de las personas están moldeadas por sus contextos, antecedentes e interacciones únicos con el mundo que les rodea. Este método trata de cartografiar estas variaciones en la comprensión, ofreciendo una forma estructurada de categorizar y analizar las diferentes perspectivas que las personas tienen respecto a un mismo fenómeno.

En esencia, la fenomenografía se ocupa de describir la gama de experiencias relacionadas con un concepto o fenómeno específico. No pretende juzgar o clasificar estas experiencias, sino documentarlas de forma que se ponga de relieve la riqueza y diversidad de la comprensión humana. Esto hace que la fenomenografía sea especialmente útil para abordar los retos de la enseñanza de las ciencias y otros contextos similares, en los que puede aplicarse para comprender cómo los distintos alumnos perciben y se comprometen con el mismo contenido o experiencia de aprendizaje. Los conocimientos adquiridos a partir de estudios fenomenográficos pueden servir de base para las prácticas docentes, el diseño curricular y la formulación de políticas, ya que proporcionan una comprensión más profunda de las diversas formas en que los individuos construyen significados en sus trayectorias educativas.

¿Cuáles son los orígenes de la fenomenografía?

Los orígenes de la fenomenografía se remontan a Suecia, a finales de la década de 1970, donde fue desarrollada por Ference Marton y sus colegas de la Universidad de Gotemburgo (Marton, 2004). Marton, psicopedagogo, estaba interesado en comprender las diferencias en la forma en que los estudiantes experimentan y comprenden los contenidos académicos. Su investigación reveló que los estudiantes aprenden y retienen concepciones muy diferentes de la misma materia, incluso cuando han estado expuestos a los mismos materiales y métodos de enseñanza. Esta constatación llevó a Marton a desarrollar la fenomenografía como enfoque de investigación que permitiera explorar y categorizar sistemáticamente estas variaciones en la comprensión.

El desarrollo de la fenomenografía se vio influido por la insatisfacción de Marton con los métodos tradicionales de investigación educativa, que se centraban principalmente en medir los conocimientos de los alumnos en términos de respuestas correctas e incorrectas. Creía que esos métodos no captaban los matices de la comprensión de los alumnos ni las razones subyacentes de sus diferentes percepciones. La fenomenografía, por tanto, surgió como respuesta a la necesidad de un enfoque más matizado y descriptivo para estudiar el aprendizaje y la comprensión.

En sus inicios, la fenomenografía estuvo estrechamente asociada a la investigación educativa, en particular a la investigación en educación superior. Marton y sus colegas llevaron a cabo varios estudios influyentes que utilizaban métodos fenomenográficos para explorar cómo entendían los estudiantes conceptos clave en asignaturas como física, biología y economía. Estos estudios revelaron que las concepciones de los estudiantes podían agruparse en distintas categorías, cada una de las cuales representaba una forma diferente de entender el mismo fenómeno. Las conclusiones de estos estudios tuvieron una repercusión significativa en la teoría y la práctica educativas, al poner de relieve la importancia de tener en cuenta la diversidad del aprendizaje de los alumnos.

Con el tiempo, la fenomenografía ha sido adoptada y adaptada por investigadores de otros campos, además del educativo. Se ha utilizado en la sanidad, la empresa, la psicología y otras disciplinas para explorar cómo los individuos y los grupos perciben y experimentan distintos aspectos de su trabajo, su salud y su vida cotidiana. A pesar de su expansión a nuevas áreas, los principios básicos de la fenomenografía -su enfoque en la variación de la experiencia y su compromiso con la descripción en lugar de la evaluación de estas experiencias- han seguido siendo fundamentales para su aplicación.

¿Cuáles son los principales supuestos de la fenomenografía?

La fenomenografía se basa en varios supuestos clave que la distinguen de otros métodos de investigación cualitativa. Comprender estos supuestos es importante para apreciar cómo funciona la fenomenografía como enfoque de investigación y qué pretende conseguir.

En primer lugar, la fenomenografía parte del supuesto de que no existe una realidad única y objetiva que pueda comprenderse o representarse plenamente. En su lugar, postula que la realidad es experimentada de manera diferente por cada individuo, y que estas experiencias están moldeadas por una variedad de factores, incluyendo contextos culturales, sociales y personales. Este supuesto significa que la fenomenografía no se ocupa de determinar la comprensión "correcta" o "verdadera" de un fenómeno, sino de explorar y categorizar las diferentes formas en que lo perciben y comprenden las distintas personas.

En segundo lugar, la fenomenografía parte del supuesto de que las experiencias y comprensiones de los individuos pueden categorizarse sistemáticamente. Aunque la experiencia de cada persona es única, la fenomenografía sostiene que estas experiencias pueden agruparse en categorías que representan diferentes formas de entender el mismo fenómeno. Estas categorías no se consideran rígidas ni jerárquicas, sino que reflejan la variedad de formas posibles en que las personas pueden conceptualizar una experiencia. El objetivo es identificar estas categorías y describirlas de forma que capten las características esenciales de cada una de ellas.

En tercer lugar, la fenomenografía asume que la variación en las experiencias de las personas es una valiosa fuente de conocimiento. En lugar de ver las diferencias de comprensión como un problema que hay que resolver, la fenomenografía considera estas diferencias como oportunidades para obtener una comprensión más profunda del fenómeno estudiado. Al cartografiar la variedad de experiencias, la fenomenografía proporciona una imagen más completa de cómo las personas se relacionan con el mundo que les rodea y le dan sentido.

Por último, la fenomenografía asume que estas categorías de descripción, una vez identificadas, pueden utilizarse para informar la práctica. En contextos educativos, por ejemplo, comprender las diferentes formas en que los estudiantes perciben un concepto puede ayudar a los educadores a diseñar estrategias de enseñanza que aborden estas variadas comprensiones. En otros campos, como la sanidad o la empresa, los hallazgos fenomenográficos pueden utilizarse para adaptar las intervenciones, las estrategias de comunicación o las políticas para satisfacer mejor las necesidades de los distintos grupos.

¿Qué es la investigación fenomenográfica?

La investigación fenomenográfica es un enfoque cualitativo diseñado para identificar y describir las diferentes formas en que los individuos perciben, entienden o experimentan un fenómeno concreto. A diferencia de los métodos que pretenden determinar una realidad única y objetiva, la fenomenografía reconoce la diversidad en la forma en que las personas interpretan un mismo fenómeno. Este método es especialmente útil en campos como la educación, la sanidad y los estudios organizativos, donde es importante comprender la variedad de experiencias dentro de un grupo.

El proceso de investigación fenomenográfica suele implicar recopilación de datos mediante entrevistas o encuestas, en las que se pide a los participantes que describan sus experiencias o percepciones. A continuación, el investigador analiza estos datos para identificar distintas categorías de descripción, cada una de las cuales representa una forma diferente de entender el fenómeno. Estas categorías no pretenden ser exhaustivas, sino captar el abanico de perspectivas presentes en el grupo. El resultado final es un "espacio de resultados", que representa de forma visual o descriptiva las relaciones entre estas distintas comprensiones.

¿Qué tipo de preguntas de investigación aborda la fenomenografía?

La fenomenografía es especialmente adecuada para preguntas de investigación que exploran las diferentes formas en que las personas entienden o experimentan un fenómeno específico. En lugar de medir la frecuencia o intensidad de estas experiencias, la fenomenografía trata de cartografiar la variedad de perspectivas dentro de un grupo. Algunos ejemplos de preguntas de investigación que podría abordar la fenomenografía son:

  • ¿Cómo entienden los estudiantes de un curso concreto el concepto de pensamiento crítico? Esta pregunta ayuda a identificar las distintas formas en que los estudiantes perciben el pensamiento crítico, lo que puede servir de base para estrategias de enseñanza más eficaces.
  • ¿Cómo perciben los profesionales sanitarios la atención centrada en el paciente? Comprender estas diferentes percepciones puede conducir a enfoques más personalizados y eficaces en las prácticas sanitarias.
  • ¿Cómo entienden los empleados de una organización el concepto de liderazgo? Investigar las diferentes concepciones del liderazgo puede aportar ideas que sirvan de base a los programas de desarrollo del liderazgo y mejoren la cultura organizativa.

Este tipo de preguntas de investigación se centran en la comprensión de la diversidad de experiencias y percepciones dentro de un grupo, por lo que la fenomenografía es un método ideal para los estudios en los que esta diversidad es un punto clave.

¿Cuál es la diferencia entre etnografía y fenomenografía?

Aunque tanto ethnografía como la fenomenografía son metodos de investigación cualitativa, difieren en su enfoque y su orientación. La etnografía implica el estudio en profundidad de personas y culturas, normalmente a través de un extenso trabajo de campo que incluye observación, entrevistas y la recogida de artefactos. A diferencia de la fenomenografía, el objetivo principal de otros métodos cualitativos como la etnografía es comprender la dinámica social, las prácticas y los significados culturales dentro de un grupo o comunidad específicos, haciendo hincapié en el context en el que se producen estas interacciones.

La fenomenografía, por su parte, se centra en comprender las variaciones en la forma en que las personas experimentan o conceptualizan un fenómeno específico. En lugar de sumergir al investigador en una cultura o comunidad, la investigación fenomenográfica suele consistir en entrevistas o encuestas diseñadas para obtener descripciones de las experiencias o concepciones de los participantes. El objetivo es categorizar estas diferentes formas de entender y proporcionar una visión estructurada de la gama de perspectivas dentro de un grupo.

En resumen, la etnografía trata de comprender el context más amplio de las interacciones sociales y culturales, mientras que la fenomenografía se interesa más por las diferencias en las percepciones individuales de un fenómeno específico.

¿Cuándo es útil utilizar métodos de investigación fenomenográfica?

Los métodos de investigación fenomenográfica son especialmente útiles cuando es esencial comprender la diversidad de perspectivas dentro de un grupo. Este enfoque es especialmente valioso en entornos educativos, donde puede ayudar a los educadores a comprender las diferentes formas en que los estudiantes perciben y se comprometen con los materiales o conceptos de aprendizaje. Por ejemplo, un estudio fenomenográfico puede revelar que los alumnos tienen distintas concepciones de un concepto clave en una clase de ciencias, como la energía. Al identificar estas diferentes concepciones, los educadores pueden adaptar sus estrategias de enseñanza para abordar estas variaciones y, en última instancia, mejorar los resultados del aprendizaje.

En el ámbito sanitario, la fenomenografía puede utilizarse para explorar cómo entienden los pacientes o los profesionales sanitarios conceptos como la salud, la enfermedad o la atención centrada en el paciente. Comprender estas variaciones en la percepción puede ayudar a desarrollar estrategias de comunicación, planes de tratamiento o políticas que se ajusten mejor a las necesidades y perspectivas de los distintos grupos.

La fenomenografía también es valiosa en la investigación organizativa, donde puede utilizarse para investigar cómo entienden los empleados conceptos organizativos clave, como el liderazgo, el trabajo en equipo o la cultura corporativa. Al trazar el mapa de estas percepciones, las organizaciones pueden desarrollar intervenciones específicas o programas de formación que aborden las necesidades y retos concretos a los que se enfrentan sus trabajadores.

¿Cómo se realiza la fenomenografía?

Llevar a cabo una investigación fenomenográfica implica varios pasos clave diseñados para captar las variaciones en la forma en que las personas experimentan o entienden un fenómeno específico. El proceso requiere una planificación cuidadosa y un enfoque sistemático de métodos cualitativos de recopilación de datos y análisis, garantizando que la diversidad de perspectivas esté representada.

Diseño del estudio y selección de los participantes

El primer paso para llevar a cabo una fenomenografía es definir claramente el fenómeno de interés. Esto implica formular una pregunta de investigación que tenga como objetivo descubrir las diferentes formas en que las personas entienden o experimentan el fenómeno elegido. Una vez establecida la pregunta de investigación, el siguiente paso consiste en seleccionar participantes que tengan distintas experiencias o comprensiones relacionadas con el fenómeno. A diferencia de la investigación cuantitativa, que suele requerir muestras grandes y aleatorias, la fenomenografía suele utilizar un muestreo intencional para garantizar que esté representada una gama diversa de perspectivas.

Los participantes en la investigación deben elegirse en función de su relevancia para la pregunta de investigación, más que por su representatividad de la población general. Esto puede implicar la selección de personas de diferentes orígenes, profesiones o niveles educativos que puedan aportar ideas variadas sobre el fenómeno. El objetivo es captar un abanico de experiencias, que luego se categorizarán durante el análisis.

Recogida de datos mediante entrevistas o encuestas

La recogida de datos en fenomenografía suele implicar la realización de entrevistas semiestructuradas o la administración de encuestas abiertas. Las entrevistas son el método más común, ya que permiten a los investigadores explorar en profundidad las experiencias y la comprensión de los participantes. Durante la entrevista, se anima a los participantes a describir sus experiencias y perspectivas con sus propias palabras, sin dejarse guiar o influenciar por el entrevistador. Las preguntas suelen ser abiertas, lo que permite a los participantes expresar libremente sus pensamientos y proporciona al investigador datos ricos y detallados.

El proceso de la entrevista debe ser flexible, y el entrevistador debe adaptar sus preguntas en función de las respuestas del participante para garantizar una exploración completa de su perspectiva. El objetivo es obtener descripciones que revelen cómo los participantes conceptualizan el fenómeno, centrándose en los aspectos clave que consideran importantes. Es importante que los investigadores puedan utilizar preguntas de seguimiento para aclarar o profundizar en las respuestas de los participantes.

Aunque se prefieren las entrevistas, también se pueden utilizar encuestas, especialmente cuando no es posible entrevistar a los participantes. Las encuestas deben incluir preguntas abiertas que permitan a los encuestados articular en detalle su comprensión del fenómeno. La clave es recopilar datos cualitativos que reflejen las perspectivas de los participantes sin imponer las suposiciones del investigador.

Analizar los datos e identificar las categorías de descripción

El análisis de los datos fenomenográficos implica identificar las distintas formas en que los participantes han entendido o experimentado el fenómeno. El proceso comienza con la transcripción de las entrevistas o respuestas de la encuesta y la inmersión en los datos. El investigador lee los datos varias veces para identificar afirmaciones y patrones significativos que reflejen diferentes formas de entenderlos.

Una vez identificados los patrones iniciales, el investigador los clasifica en distintas categorías de descripción. Cada categoría representa una forma cualitativamente diferente de entender el fenómeno y, juntas, captan la variedad de perspectivas presentes en los datos. El objetivo no es cuantificar estas categorías, sino describirlas de forma que destaquen las diferencias clave en la forma de percibir el fenómeno.

Tras identificar las categorías, el investigador crea un "espacio de resultados", que es una representación visual o descriptiva de las relaciones entre estas categorías. El espacio de resultados muestra cómo se relacionan entre sí las distintas comprensiones, proporcionando una visión completa de las variaciones en la experiencia dentro del grupo.

El último paso consiste en reflexionar sobre las categorías y el espacio de resultados para asegurarse de que representan los datos y la pregunta de investigación. Esta fase también puede implicar la revisión de los datos para refinar las categorías o las relaciones entre ellas, garantizando un análisis sólido.

Referencias

  • Marton, F. (2004). Fenomenografía: A research approach to investigating different understandings of reality. En R. R. Sherman & R. B. Webb, Qualitative research in education: Focus and methods (pp. 141-161). Routledge.