Conceptos Básicos

Sesgo de Confirmación en la Investigación | Cómo Evitarlo

Este artículo analiza el sesgo de confirmación, de dónde procede, cómo afecta al proceso de investigación y qué pueden hacer los investigadores para combatirlo.
Lauren Stewart
Qualitative Data Analysis Expert & ATLAS.ti Professional
  1. Introducción
  2. ¿Qué es el sesgo de confirmación?
  3. ¿Qué implicaciones tiene el sesgo de confirmación?
  4. ¿Cuál es la diferencia entre el sesgo de confirmación y los sesgos cognitivos?
  5. Tipos de sesgo de confirmación
  6. Cómo superar el sesgo de confirmación

Introducción

El sesgo de confirmación es un problema común en la investigación que afecta a la credibilidad de las conclusiones. Se produce cuando los investigadores favorecen la información que apoya sus creencias o proposiciones personales, mientras que desprecian o infravaloran las pruebas que las cuestionan. Este sesgo puede llevar a conclusiones inexactas y comprometer la integridad de los estudios. Aunque el sesgo de confirmación afecta en gran medida a investigación cuantitativa, comprenderlo también puede ayudar a investigadores cualitativos a interpretar sus datos y extraer conclusiones. Los sesgos de confirmación pueden manifestarse de varias formas, como recopilación de datos selectivamente, interpretando información y pruebas que pueden ser ambiguas a favor de una idea concreta o pasando por alto explicaciones alternativas. Al ser conscientes del sesgo de confirmación, los investigadores pueden tomar medidas para minimizar su impacto y garantizar que su trabajo aporte conocimientos valiosos y fiables a sus campos. Este artículo examina qué es el sesgo de confirmación, por qué es problemático, en qué se diferencia de otros sesgos cognitivos, los distintos tipos de sesgo de confirmación y los métodos para superarlo.

El sesgo de confirmación puede reforzar erróneamente creencias muy arraigadas sin el debido rigor investigador.

¿Qué es el sesgo de confirmación?

El sesgo de confirmación es un fenómeno cognitivo en el que los individuos favorecen la información que confirma sus creencias previas. En investigación, este sesgo se manifiesta cuando las personas tienden a dar una importancia indebida a las pruebas que apoyan sus expectativas e ignoran o restan importancia a las pruebas contradictorias presentadas sobre el terreno o en la difusión de la investigación. Esta tendencia puede darse de forma subconsciente e influir en el modo en que los investigadores recopilan, interpretan y recuerdan la información.

En la fase de recolección de datos, el sesgo de confirmación puede llevar a los investigadores a diseñar estudios que tengan más probabilidades de producir los resultados deseados. Por ejemplo, pueden elegir métodos de medición o poblaciones de muestra que tiendan a producir resultados favorables. Durante la revisión de literatura, pueden citar selectivamente estudios que coincidan con sus ideas y pasar por alto investigaciones contradictorias. En análisis de datos, el sesgo de confirmación puede influir en la interpretación de los resultados. Los investigadores pueden centrarse en los resultados favorables y desestimar los resultados contrarios como anomalías o errores.

La memoria también es susceptible de sesgo de confirmación. Los investigadores pueden recordar los casos exitosos más vívidamente que los fracasados, lo que conduce a una percepción sesgada de la base de pruebas. Esta memoria selectiva puede reforzar creencias preexistentes y afianzar aún más el sesgo.

Un ejemplo del sesgo de confirmación en acción es la tarea de descubrimiento de reglas de Wason. En este experimento, se pide a los participantes que determinen una regla que rija una secuencia de números proponiendo sus propias secuencias y recibiendo retroalimentación. A menudo, prueban secuencias que confirman su hipótesis inicial en lugar de otras que podrían refutarla. Esto demuestra la tendencia natural a buscar las mismas pruebas, poniendo de relieve la esencia del sesgo de confirmación.

Varios factores contribuyen al sesgo de confirmación en la investigación. La inversión personal en una propuesta puede dificultar la neutralidad. El deseo de obtener resultados positivos, impulsado por las presiones de publicación y la promoción profesional, también puede exacerbar el sesgo. Además, las influencias culturales y sociales pueden moldear las creencias y expectativas de los investigadores, guiando sutilmente su interpretación de los datos.

El sesgo de confirmación no se limita a los investigadores individuales, sino que puede afectar a comunidades de investigación enteras. El pensamiento de grupo puede producirse cuando un paradigma dominante desalienta las opiniones discrepantes, lo que conduce a un sesgo de confirmación colectivo. Esto puede ralentizar el progreso científico al inhibir la exploración de teorías y explicaciones alternativas.

El pensamiento de grupo y la presión de los compañeros pueden contribuir al sesgo de confirmación incluso en la investigación. Fotografía de Markus Spiske.

¿Qué implicaciones tiene el sesgo de confirmación?

El sesgo de confirmación plantea importantes retos en la investigación al comprometer la calidad y la credibilidad. Cuando los investigadores favorecen la información que respalda sus creencias existentes, corren el riesgo de pasar por alto nuevas pruebas que podrían conducir a conclusiones más precisas o exhaustivas. Este sesgo en contra de tales pruebas puede dar lugar a varios problemas que socavan los resultados de la investigación.

Uno de los principales es la distorsión del modo en que interpretamos las pruebas en los datos. Los investigadores influidos por el sesgo de confirmación pueden interpretar datos ambiguos de un modo que se ajuste a sus expectativas, desestimando explicaciones alternativas. Esta interpretación selectiva puede dar lugar a conclusiones que no estén plenamente respaldadas por los datos, lo que reduce la fiabilidad de la investigación. Otro problema es que no se tienen en cuenta las pruebas que no confirman los resultados. Al centrarse sólo en los datos de apoyo, los investigadores pueden ignorar o restar importancia a los hallazgos que contradicen sus propuestas. Este descuido impide un examen exhaustivo de la pregunta de investigación y puede conducir a resultados incompletos o sesgados. Ignorar las pruebas que no confirman los resultados también obstaculiza la capacidad de identificar las limitaciones o puntos débiles del estudio, que son importantes para refinar futuras investigaciones y metodologías.

El sesgo de confirmación también puede afectar al diseño de la investigación y a la metodología. Los investigadores pueden diseñar los estudios de forma que aumente la probabilidad de obtener resultados favorables. Esto podría implicar la selección de muestras, conceptos o herramientas de medición que favorezcan sus ideas o expectativas implícitas. Tales prácticas comprometen el rigor científico del estudio. La publicación y difusión de resultados de investigación sesgados contribuyen a agravar el problema a mayor escala. Cuando se publican estudios sesgados, añaden información engañosa al conjunto de conocimientos de un campo. Otros investigadores pueden basar su trabajo en estos resultados, perpetuando errores e ideas erróneas. Esto puede ralentizar el progreso científico y malgastar recursos, ya que los estudios posteriores se basan en fundamentos erróneos.

En los campos que informan la política o la práctica clínica, el sesgo de confirmación puede tener graves implicaciones prácticas. Las políticas o los tratamientos basados en investigaciones sesgadas pueden ser ineficaces o incluso perjudiciales. Por ejemplo, en la investigación sanitaria, el sesgo de confirmación podría conducir a la adopción de intervenciones que no son realmente beneficiosas o al rechazo de otras que sí lo son. Esto no sólo afecta a la calidad de la atención, sino que también puede tener repercusiones éticas y jurídicas. También está en juego la credibilidad de la comunidad científica. Cuando se descubre que la investigación es sesgada, puede erosionar la confianza del público en las conclusiones y las instituciones científicas. Este escepticismo puede dificultar el apoyo a las iniciativas de investigación o la aplicación de políticas basadas en pruebas. Mantener el rigor es esencial para preservar la integridad y la reputación de la comunidad investigadora.

El sesgo de confirmación puede impedir el descubrimiento de nuevos conocimientos. Al fijarse en las creencias existentes, los investigadores pueden perder oportunidades de descubrir nuevos hallazgos o cuestionar teorías establecidas. Esto limita la innovación y el avance de los conocimientos en un campo. Fomentar la apertura mental y la evaluación crítica de todas las pruebas es crucial para impulsar los avances científicos. En los entornos de investigación colaborativa, el sesgo de confirmación puede llevar al pensamiento de grupo, en el que se llega a un consenso sin razonamiento crítico ni evaluación de alternativas. Este sesgo colectivo puede afianzar aún más suposiciones incorrectas y obstaculizar la exploración de perspectivas diversas. Para contrarrestar esta tendencia es importante promover una cultura de investigación y debate críticos.

Por último, el sesgo de confirmación puede afectar al desarrollo personal y profesional de los investigadores. Al no comprometerse con puntos de vista opuestos ni cuestionar los datos, los investigadores pierden oportunidades de mejorar su capacidad de análisis y ampliar su comprensión. Esto puede limitar su crecimiento y adaptabilidad en un panorama científico en rápida evolución.

¿Cuál es la diferencia entre el sesgo de confirmación y los sesgos cognitivos?

Los sesgos cognitivos son errores sistemáticos de pensamiento que afectan a las decisiones y los juicios. Son atajos mentales que el cerebro utiliza para procesar la información con rapidez, lo que a veces puede conducir a un razonamiento erróneo. El sesgo de confirmación es un tipo específico de sesgo cognitivo en el que los individuos favorecen la información que confirma sus creencias existentes mientras que desprecian o dan menos importancia a las pruebas que las contradicen.

Mientras que el sesgo de confirmación se centra en la recopilación e interpretación selectiva de pruebas, los sesgos cognitivos abarcan una amplia gama de errores de pensamiento que pueden influir en la percepción, la memoria y la toma de decisiones. Por ejemplo, el sesgo de anclaje hace que las personas confíen demasiado en la primera información que reciben a la hora de tomar decisiones. El heurístico de disponibilidad lleva a las personas a sobrestimar la importancia de la información que les viene a la mente con facilidad, a menudo porque es reciente o está cargada emocionalmente. El sesgo retrospectivo consiste en considerar que los acontecimientos pasados eran predecibles, incluso cuando en aquel momento había poca base para predecirlos.

En investigación, el sesgo de confirmación puede afectar significativamente a la integridad de un estudio. Un investigador influido por este sesgo podría diseñar experimentos de forma que aumenten las posibilidades de obtener resultados que apoyen su proposición. También puede interpretar datos ambiguos como confirmación de sus creencias o pasar por alto datos que no coinciden con sus expectativas. Esta atención selectiva puede dar lugar a resultados incompletos o sesgados.

Otros sesgos cognitivos también pueden afectar a la investigación, pero de formas distintas. Por ejemplo, el efecto de expectativa del observador se produce cuando las expectativas de un investigador influyen en el resultado de un experimento. El efecto bandwagon puede llevar a los investigadores a alinear sus conclusiones con las tendencias imperantes o las teorías populares, en lugar de basarse únicamente en sus datos. Estos sesgos afectan a varios aspectos del proceso de investigación, desde recolección de datos hasta interpretación.

Comprender la diferencia entre el sesgo de confirmación y otros sesgos cognitivos es importante para identificar retos específicos en el proceso de investigación. El sesgo de confirmación se refiere específicamente a la inclinación a buscar información que confirme las creencias existentes. En cambio, otros sesgos cognitivos pueden influir en la forma de percibir, recordar o dar importancia a la información, sin que ello implique necesariamente centrarse de forma selectiva en pruebas confirmatorias.

Tipos de sesgo de confirmación

Hay algunos tipos diferentes de sesgo de confirmación que pueden confundir el análisis o la discusión de la investigación. Aunque cada uno de ellos tiende a confirmar las creencias existentes o a ignorar las pruebas en contrario, cada tipo particular se manifiesta de formas diferentes.

Una forma común de sesgo de confirmación es la búsqueda sesgada de información. Esto ocurre cuando los individuos buscan activamente datos que apoyen sus creencias existentes mientras ignoran las pruebas que las cuestionan. En investigación, esto puede llevar a elegir selectivamente fuentes, participantes, o metodologías que tengan más probabilidades de producir resultados favorables. Esta recopilación selectiva de información da lugar a una perspectiva estrecha y puede pasar por alto conceptos importantes o explicaciones alternativas que son cruciales para una comprensión global de la pregunta de investigación. Otro tipo es la interpretación sesgada de la información. Los investigadores pueden interpretar los datos alinearse con sus ideas preconcebidas, incluso cuando se les presentan resultados ambiguos o contradictorios. Esto significa que pueden hacer hincapié en los resultados que apoyan sus ideas iniciales y restar importancia o descartar los que no lo hacen. Esta interpretación sesgada puede afectar significativamente a la credibilidad de las conclusiones de la investigación y conducir a una comprensión incorrecta o incompleta del fenómeno estudiado.

El recuerdo selectivo también es una manifestación del sesgo de confirmación. Consiste en recordar más fácilmente la información que confirma las propias creencias que la que las contradice. En el context de la investigación, esto puede significar recordar estudios o datos que apoyan una conclusión y olvidar los que se oponen a ella. Esta memoria selectiva puede reforzar las creencias existentes y contribuir a una percepción distorsionada de la base de pruebas, lo que puede llevar a conclusiones sesgadas. El fenómeno de la perseverancia en las creencias se refiere a la tendencia a mantener una creencia incluso después de haber sido desacreditada. Los investigadores pueden aferrarse a sus ideas originales a pesar de los nuevos datos que las invalidan. Esta resistencia a cambiar de postura puede obstaculizar la progresión del conocimiento al impedir la aceptación de explicaciones más creíbles o completas. También puede desalentar la exploración de explicaciones alternativas que podrían ofrecer mejores perspectivas.

Una correlación ilusoria es percibir una relación entre dos conceptos cuando no existe ninguna. Los investigadores pueden suponer erróneamente que dos factores están relacionados basándose en creencias preconcebidas o en coincidencias. Esto puede llevar a conclusiones erróneas e influir de forma improductiva en la dirección de investigaciones posteriores. Reconocer y evitar las correlaciones ilusorias es esencial para mantener la integridad del análisis de datos. Otra manifestación es la asimilación sesgada, en la que los individuos interpretan las pruebas ambiguas o contradictorias de un modo que favorece sus ideas preconcebidas. Incluso cuando se les presenta información equilibrada, asimilan los datos para reforzar sus creencias existentes. Esto puede dar lugar a opiniones polarizadas y dificulta el análisis posterior en la investigación.

El exceso de confianza en las creencias existentes implica tener una confianza injustificada en los propios conocimientos o ideas preconcebidas. Este exceso de confianza puede hacer que los investigadores subestimen la importancia de los nuevos datos que cuestionan sus puntos de vista. Puede llevar a una consideración inadecuada de explicaciones alternativas y a una falta de evaluación crítica del propio trabajo. Esta actitud puede obstaculizar el progreso científico al impedir la corrección de errores y el perfeccionamiento de las teorías. El efecto conocido como polarización de actitudes se produce cuando la exposición a pruebas mixtas o equilibradas lleva a los individuos a adoptar una postura más extrema en lugar de ajustar sus creencias. En lugar de modificar su postura a la luz de la nueva información, los investigadores pueden atrincherarse más en sus puntos de vista originales. Esto reduce la apertura a perspectivas alternativas y repercute negativamente en la calidad del proceso de investigación.

Por último, la confirmación mediante el análisis selectivo de datos implica manipular o elegir análisis de datos específicos que apoyen un resultado deseado. Los investigadores pueden realizar múltiples análisis e informar sólo de aquellos que producen resultados favorables a sus ideas. Esta práctica, a menudo denominada p-hacking en la investigación cuantitativa, puede dar lugar a falsos positivos y exagerar la solidez de los resultados. Socava el rigor de la investigación y puede inducir a error a otros que se basan en estos resultados para estudios posteriores o aplicaciones prácticas.

Centrarse sólo en determinados datos puede conducir a un sesgo de confirmación. Foto de Conde Chris.

Cómo superar el sesgo de confirmación

Superar el sesgo de confirmación requiere estrategias deliberadas para promover rigor en la investigación. Un método eficaz consiste en buscar activamente pruebas que lo desmientan. Al buscar intencionadamente información que cuestione las creencias existentes, los investigadores pueden equilibrar sus perspectivas. Este enfoque implica considerar explicaciones alternativas y confrontar las conclusiones con datos opuestos, lo que refuerza la credibilidad de los resultados. Aplicar diseños de estudio ciego o doble ciego ayuda a minimizar sesgo. En estos diseños, la información que podría influir en los participantes o los investigadores se retiene hasta después de la recogida y el análisis de los datos. Por ejemplo, en un ensayo clínico doble ciego, ni los participantes ni los investigadores saben quién recibe el tratamiento o un placebo. Así se evita que las ideas preconcebidas afecten a los resultados y las interpretaciones.

La revisión por pares y la colaboración son cruciales. Compartir los planes y resultados de la investigación con los colegas permite obtener aportaciones externas y críticas constructivas. Los colegas pueden identificar sesgos o suposiciones que el investigador original pasó por alto. Los esfuerzos de colaboración introducen diversas perspectivas, que pueden cuestionar los prejuicios individuales y llevar a conclusiones más sólidas. Practicar la autorreflexión crítica ayuda a reconocer los prejuicios personales. Los investigadores pueden cuestionar periódicamente sus suposiciones y examinar cómo sus creencias pueden influir en el estudio. Llevar un diario de investigación para documentar pensamientos y decisiones puede ayudar a identificar patrones de sesgo a lo largo del tiempo. Esta autoconciencia fomenta un análisis y una interpretación más matizados.

El uso de protocolos y procedimientos estandarizados garantiza la coherencia a lo largo del proceso de investigación. El cumplimiento de los métodos establecidos para recopilación de datos, análisis y presentación de informes reduce la posibilidad de que los sesgos personales afecten a los resultados. La estandarización hace más probable que los resultados sean fiables y puedan ser evaluados por otros. Adoptar el registro previo de los estudios aumenta la transparencia. Al desarrollar el diseño de investigación, las expectativas y los planes de análisis antes de recopilar los datos, los investigadores se comprometen a seguir un curso de acción predefinido. Esto reduce la tentación de ajustar hipótesis o métodos tras ver los resultados en estudios cuantitativos, lo que puede ser una manifestación del sesgo de confirmación.

Invertir en educación y formación sobre sesgos cognitivos aumenta la concienciación. Talleres, seminarios y cursos sobre pensamiento crítico y metodología científica proporcionan a los investigadores herramientas para identificar y contrarrestar los sesgos. Comprender cómo funcionan los sesgos cognitivos conduce a prácticas de investigación más vigilantes. Aplicar métodos estadísticos que controlen los sesgos es importante en la investigación cuantitativa. Técnicas como el ajuste de comparaciones múltiples, el uso de grupos de control y el análisis ciego de datos ayudan a mitigar los efectos del sesgo de confirmación. Un análisis estadístico riguroso garantiza que los resultados no sean fruto del azar o de una información selectiva.

Promover una cultura científica abierta fomenta la transparencia y la responsabilidad. Compartir abiertamente los datos, los métodos y los resultados permite que otros analicen la investigación y se basen en ella. Esta apertura puede revelar sesgos que podrían haberse pasado por alto y fomenta un entorno de colaboración en el que es menos probable que persistan los sesgos. Por último, diversificar los equipos de investigación puede reducir el sesgo de confirmación al incorporar diversas perspectivas. Los miembros de equipos con distintos antecedentes pueden cuestionar supuestos que otros dan por sentados. Esta diversidad conduce a preguntas de investigación e interpretaciones más completas, minimizando el impacto de los sesgos individuales.