Desde las pausas hasta las palabras pensadas, desde los cambios de volumen hasta el énfasis en las palabras, el análisis de la conversación examina todas las formas diferentes en que el significado se incorpora y se entiende en la interacción social. En lingüística, el análisis de la conversación desempeña un papel en el análisis del discurso al centrarse menos en lo que dice la gente y más en cómo lo dice.
Dicho esto, existen numerosos retos y complejidades relacionados con la forma en que habla la gente, cómo se entiende el discurso y cómo la conversación da forma al significado, las relaciones sociales y las culturas. La recopilación de datos para documentar y analizar la complejidad de las interacciones habladas, como consecuencia, es una tarea igualmente desalentadora, que requiere una profunda consideración de este enfoque analítico en detalle.
En este artículo, examinaremos el análisis de la conversación, las técnicas utilizadas para llevarlo a cabo con eficacia y los retos a los que se enfrentan los investigadores al analizar la interacción social.
El análisis de la conversación examina conceptos de los actos de habla que son de naturaleza no verbal, como la velocidad del habla, la entonación, la acentuación de las palabras y la duración de las pausas. En cambio, el análisis del discurso se centra en la comprensión de la comunicación humana a través del análisis de las palabras, su significado, las intenciones que hay detrás de ellas y los supuestos subyacentes que las informan. En cambio, el análisis de la conversación se centra en las señales no verbales de las interacciones sociales.
La teoría del análisis de la conversación reconoce la importancia de las señales no verbales presentes en la interacción. Sin estas señales, la interacción parece y suena muy diferente y quizá poco natural.
Por ejemplo, cuando alguien responde a una pregunta, ¿hasta qué punto confía en su respuesta? Podemos deducir su nivel de confianza por su forma de hablar. Puede que haga pausas entre palabras porque está buscando mentalmente las palabras adecuadas. Tal vez enfatizan ciertas palabras en su respuesta porque están hablando desde un lugar de autoridad y experiencia.
El objetivo del análisis de conversaciones es documentar la forma en que los hablantes interactúan entre sí. El reto es que la forma escrita que se utiliza en los trabajos de investigación y las presentaciones no se presta a mostrar la información no verbal implícita en la comunicación. Los autores de trabajos de investigación utilizamos prosa y listas con viñetas y dependemos de las palabras para transmitir el significado.
Por eso, a los investigadores que emplean el análisis de la conversación les corresponde presentar su investigación con un sólido ensayo de análisis de la conversación o una presentación que visualice la interacción. Las búsquedas de estudios de comunicación suelen producir investigaciones que ofrecen varios ejemplos de análisis de conversación que hacen uso de anotaciones para marcar las distintas señales no verbales que acompañan a la interacción.
Emprender el análisis de la conversación significa analizar las diversas características y evoluciones de la interacción y presentarlas de una manera empírica que conduzca al desarrollo teórico. Mientras que muchas otras investigaciones que analizan datos de entrevistas y grupos de discusión examinan principalmente el significado de las palabras y la co-construcción del conocimiento, el análisis de la conversación reconoce la importancia de las características que acompañan a la interacción para influir en ese significado.
Piense en cómo cada uno de estos detalles, de forma aislada o en conjunción con otros, puede hacer que una interacción parezca y suene fundamentalmente diferente a una interacción sin estos detalles. Su contribución a los matices de la interacción justifica la utilidad del análisis de la conversación entre los investigadores en lingüística.
Se puede considerar que el análisis de la conversación y el análisis del discurso son enfoques complementarios o que uno es un subconjunto del otro. En cualquier caso, tienen enfoques y objetivos distintos que merece la pena analizar en detalle.
El análisis del discurso investiga el uso del lenguaje en todos sus aspectos, desde el significado que se transmite hasta la forma en que se transmite y por qué. Comprender el discurso significa reconocer el contexto más amplio que rodea al lenguaje y la comunicación y cómo ese contexto informa el significado, las culturas y las relaciones sociales.
Otro enfoque es el análisis crítico del discurso, que examina el uso del lenguaje como ejercicio de poder. La forma en que políticos, empresarios y otras personas con poder comunican sus mensajes es un importante campo de estudio que capta cómo se moldean las ideas para reafirmar el poder de las instituciones.
A primera vista, puede parecer que no existe un solapamiento significativo entre el análisis de la conversación y estos otros enfoques analíticos. Sin embargo, el principal punto en común entre el análisis de la conversación y el análisis del discurso es la suposición de que el significado de las palabras se complementa con toda una serie de indicios contextuales, supuestos culturales y consideraciones situacionales.
El análisis conversacional es más un enfoque analítico amplio que una metodología estricta que merezca una definición. Sin embargo, hay una serie de principios rectores que los investigadores deben tener en cuenta a la hora de realizar análisis de conversación:
El concepto de fonética del habla en la interacción ofrece un ejemplo útil en el que el análisis de la conversación puede resultar relevante. Piense en cómo hablan las madres a sus bebés y en las diferencias que puede haber entre adultos, o incluso entre adultos y niños capaces de hablar.
Al menos en los contextos occidentales, las madres tienden a repetir las expresiones sin sentido de sus bebés. También pueden exagerar la pronunciación de las palabras o hablar más despacio. Por qué lo hacen es fundamental para entender la crianza, lo que hace que la recopilación empírica de datos que representen estos fenómenos sea importante para la investigación sobre la crianza y la comunicación.
Otros ejemplos de análisis de la conversación pueden analizar cómo la entonación y la prosodia informan la comunicación. Pensemos en la pregunta "¿Qué hiciste anoche?". Un hablante puede enfatizar cualquier palabra de esa pregunta y el matiz puede cambiar en consecuencia. Si acentúa "qué" o "anoche", las suposiciones que podemos hacer sobre el hablante respecto a lo que le interesa y lo que supone sobre su interlocutor cambiarán.
El análisis de la conversación también puede estudiar cómo cambian las características de la comunicación, como los turnos, la prosodia, los gestos no verbales y las expresiones faciales, en las distintas formas de interacción. De hecho, la forma en que las personas se turnan en una reunión en línea puede ser fundamentalmente distinta de la forma en que se turnan en la comunicación cara a cara, lo que lleva a los investigadores a explorar cómo la comunicación en línea da forma a la interacción de diferentes maneras.
El análisis de la conversación suele tener un proceso establecido que, en muchos aspectos, refleja el proceso de otras formas de investigación cualitativa. Dicho esto, los investigadores deben tener en cuenta algunas consideraciones adicionales al realizar el análisis de conversaciones.
El desarrollo de competencias en el análisis de conversación requiere un enfoque de los datos cualitativos que difiere de otros métodos, como el análisis temático y el análisis de contenido. Es necesaria una buena organización de los datos para proporcionar la estructura que permita un análisis de las interacciones que capte los conceptos del análisis de conversación de forma rigurosa.